jueves, 2 de junio de 2011

Ultimas noticias sobre las ONG's

Este servidor fue hasta hace algunos meses el responsable operativo del proyecto que el SCC financia para la Comunidad Ayorea Degüi, en el Barrio Bolivar en la ciudad de Santa Cruz, y que ejecuta Hábitat para la Humanidad Bolivia, a raíz de este proyecto y de mi participación en él, hice reiteradamente observaciones al mismo, las cuales no fueron consideradas y por esa razón solicité mi desvinculación porque no está bien trabajar en un proyecto en el cuál no se cree, luego de algún tiempo y algunas reuniones al fin designaron a otra persona para trabajar en Degüi y yo continué con mis tareas referentes a mi cargo. Hace unas semanas, de forma sorpresiva y sin previo aviso me entregan mi carta de despido, donde me indican que el mismo día debía entregar todo lo que estaba a mi cargo. Entiendo que nada de esto es de su incumbencia, salvo por un detalle que hasta ahora no entiendo, la carta indicaba que mi despido era a causa de mi actitud con el proyecto Degüi, incluso en conversación vía Skype con la Lic. Celinda Melgarejo, me acusó de poner en riesgo el financiamiento que obtenía HPHB del SCC, es esta acusación la que me motiva a escribirle esta carta, pues en mi condición de profesional íntegro quiero asegurarme que no queden malas interpretaciones flotando acerca de mi conducta.

Mis observaciones hacia el proyecto Degüi (yo le llamo Degüi 2, porque estuve a cargo del Degüi 1 y nunca pude memorizarme el nombre de este segundo proyecto para la comunidad ayorea) son observaciones fuertes, y las hice desde el principio, desde cuando vinieron las ex-compañeras Alejandra y Scarlem a hacer un diagnóstico relámpago de dos medios días, la realidad de esta comunidad es demasiado compleja como para conocerla en dos mañanas, cuando leí el proyecto (me lo hizo conocer Jancarla después de mi designación como Responsable Operativo) quedé espantado por la abundancia de talleres y capacitaciones y viajes de la gerente en avión y con hospedaje en hotel céntrico.

Lo dije y lo sigo manteniendo: el proyecto Degüi 2 es irresponsable, supone un gran riesgo para las instituciones que trabajan en él porque no se está incidiendo en los verdaderos problemas que la comunidad tiene, no se puede hablar de cooperativismo a una comunidad que tiene niñas de 12 años ejerciendo el trabajo sexual, no se puede hablar de construirles casas a familias que tienen niños en desnutrición, que tienen hijos drogadictos, que tienen madres embarazadas oliendo clefa, y los ancianos caminan por las calles pidiendo limosnas, no se puede porque no es ético, es valerse de la miseria de esta comunidad para justificar un trabajo, eso no está bien, no es estratégico para ninguna institución y no es ético para ningún profesional trabajar así, en esas condiciones, haciendo talleres hablando de cosas que los participantes no entienden, la gente iba a los talleres sólo por el almuerzo que Jancarla compraba (almuerzo ejecutivo, Hamburguesas alguna vez), era gente con hambre que no tenía qué comer la que iba a los talleres, no era gente que quería conocer cómo se practica el coopertivismo en una lejana comunidad de Cochabamba. En numerosas oportunidades expresé mi preocupación por el desgaste de la imagen institucional que Hábitat sufriría en un proyecto así, además, tenemos una enorme responsabilidad para con la gente que nos confía sus fondos.

Lo más molesto del proyecto y lo que más critiqué fue la forma cómo se decidían los recursos, se construyó un baño privado para una señora que amenazó con no dejarnos trabajar en los otros baños comunitarios si no le dábamos ese privilegio, hay que ver cómo quedaron esos baños, inconclusos y mal hechos debido al mal cálculo presupuestario, se contrató gente de la comunidad y se les pagó poquísimo, se dejaron endurar diez bolsas de cemento que se compraron a un precio elevadísimo (700 bs en total) pero no me dejaron ayudar con una bolsa de cemento a una familia que quería hacerse un baño. Echar a perder 10 bolsas de cemento en una comunidad donde hay niños pasando hambre me parece obsceno, peor aún si la gerente que hace los cálculos para las compras es arquitecta, peor aún si para venir a gerenciar su proyecto gasta mas de 2000 bs en pasaje de avión, hotel y estadía.

Alguna vez me preguntaron qué proponía yo para mejorar el proyecto, yo respondí que debía cambiarse de gerente a alguien que viviera en Santa Cruz o que la Gerente se traslade a vivir en Santa Cruz, como respuesta recibí sonrisas irónicas pero si comparamos lo planificado con lo ejecutado veremos que no era tan desmedida mi propuesta, los mejores aciertos de este proyecto el año pasado fueron la realización del Foro Indígenas en la Ciudad, la publicación de anuncios en un periódico local y la ejecución de un taller de capacitación en jardinería, pero ninguna de estas actividades figuran en la planificación inicial, los mejores aciertos del proyectos fueron improvisaciones que surgieron en el camino.

¿cómo podremos luego pedir recursos para aliviar la pobreza si cuando vamos a Degüi y caminamos entre prostitución, drogadicción, desnutrición y delincuencia miramos para otro lado?, ¿acaso eso no es ir contra los principios éticos que toda ONG debe mantener? ¿acaso no es eso malgastar el dinero que conseguimos en nombre de los pobres? ¿no es eso aprovecharse de la pobreza? Ojalá que no, ojalá no estén los principios en riesgo y ojalá que esto se trate solamente de falta de visión que con un examen más minucioso se pueda corregir.

Por todo lo expuesto es que opiné de manera desfavorable sobre el proyecto Degüi 2, por todo lo expuesto fui retirado de HPHB luego de 5 años de entrega a esta institución, me pareció injusto mi retiro pero me hubiera parecido más injusto aún si hubiera dejado lugar a calumnias en mi contra, por eso le escribo esta carta y espero que usted sí entienda el sentido de la misma, porque en Hábitat cuando dije lo que digo aquí me acusaron de conflictivo y me despidieron.